Cuando piensas en prepararte para un Ironman, en nadar 3.8km, montar en bici 180km o correr 42.2km…cansa, ya si piensas en hacerlo todo seguido, digamos que intimida. Aun así, son solo números. Pero si lo trasladas a distancias que te son familiares piensas…”voy a cruzar la bahía de Santander un par de veces nadando, hacer en bici Madrid-Valladolid, y después, prácticamente ir corriendo desde Solares a Castro Urdiales”…pufff, piensas, ¡imposible!
Luego ves en la tele el anuncio de Impossible is nothing y dices… ¿POR QUÉ NO? 🙂
Al principio no tenía ni idea de cómo prepararme para afrontar un reto como este, y busqué un entrenador para que me guiara en el intento. Ricardo Clavería, fue el pobre elegido que me tendría que entrenar.
¿Cómo me preparo para un Ironman?
Mi rutina semanal es más o menos la misma durante 7-8 meses, que viene a ser de 12-14 duchas semanales. Como me dice un amigo, “para la vida que llevas, es mejor no tener pelo” (¡como si yo hubiese elegido…!)
Una semana normal, mi plan de entrenamiento sería:
- Lunes: correr + ejercicios de abdominales y lumbares + nadar (si puedo)
- Martes: ejercicios de fuerza general + bicicleta en rodillo
- Miércoles: correr + ejercicios de abdominales y lumbares
- Jueves: ejercicios de fuerza general + Nadar
- Viernes: correr + ejercicios de abdominales y lumbares
- Sábado: Salida en bici
- Domingo: Salida en bici larga
Las primeras semanas, el tiempo o distancia y el ritmo o intensidad, en cada entrenamiento fueron suaves (lo que Ricardo entendía por suaves, que para mi no lo eran tanto jeje), poco a poco fuimos aumentando tanto el tiempo como la intensidad y lo mantendremos hasta más o menos 3 semanas antes de la prueba, que volveremos a reducir para llegar lo más descansado posible a la competición.
Cuando hablo de entrenamiento suave, me refiero a, en las primeras semanas, realizar los entrenamientos de carrera a pie de unos 40 minutos suaves, las salidas en bici de 1h30 o 2h también suaves y la natación de unos 1500 -1700m por sesión.
En las semanas más intensas, en cambio, llegamos a 1h45 de carrera a pie, 4h de bici y 4000m nadando, todo ello con ritmos tan exigentes como mi entrenador Ricardo.
Correr 1h45, montar en bici 4h o nadar 4000m tiene su cosa, pero hacer cualquiera de estos entrenos un día no es especialmente difícil, lo difícil es hacerlo cada día durante meses.
Para hacer un Ironman hay que preparar el cuerpo y la mente, y llegado el momento de la verdad el trabajo ya está hecho y solo queda disfrutar de la competición, de una competición contra ti mismo y tus tiempos.
Una vez leí que para preparar un Ironman, hay que tener cuidado de que no te echen ni de casa ni del trabajo, ¡y qué razón tenía!. Tienes que aprender a sacar horas del día que no sabías tenías. Compaginar tu vida personal, con el trabajo y con los entrenamientos, es difícil, pero la recompensa es tan satisfactoria… Por suerte soy una persona que le gusta tener rutinas y no me agobia tener la semanas siempre ocupadas 🙂
Roberto Guisasola