Ciclistas

Hasta hace muy poco tiempo este deporte era cosa de héroes. Estaban rodeados de un halo de épica que los hacía especiales. Eran unos sacrificados, que se mataban a entrenar subiendo puertos con 40 grados o con una gran nevada, que morían atropellados por un coche en carreteras de segunda, que ni comían para no engordar, que nadie los patrocinaba pues no era el suyo un deporte de masas ni de élites…

Ya en competición eran héroes solitarios. Empezaban una escapada en el kilómetro 20, pedaleaban hasta la extenuación solos y cuando estaban a punto de caer rendidos de la bici, eran alcanzados por el pelotón y su victoria desaparecía.

Ahora parece que nada de aquello era verdad. Ser ciclista profesional se ha convertido en sinónimo de ser un tramposo, embaucador y drogadicto. Pero es que además a esta tendencia se le ha dado retroactividad de manera que ciclistas retirados de la competición hace muchos años, están siendo juzgados y castigados ahora, desposeyéndoles de su palmarés.

Yo no conozco nada igual en ninguna disciplina deportiva. Añado que en otros deportes parece tenerse toda la manga ancha que no se tiene con el ciclismo. Me arriesgo a decir que toda esta campaña huele a podrido.

Autor | Chus Vidal

Foto | Toni Raskolnikov en Flickr