Actividades que puedes hacer en un fin de semana en la nieve

Si estás pensando en pasar un fin de semana en la nieve, debes saber que tienes a tu disposición una serie de actividades que convertirán el viaje en un recuerdo imborrable. Los paisajes nevados, el contacto directo con la naturaleza y la cercanía de la Navidad convierten esta época del año en un momento perfecto para disfrutar de la nieve. Aunque mucha gente piensa en esquiar, hay múltiples opciones si vas con personas a las que no les gusta este deporte.

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Un viaje a la nieve es una gran oportunidad para hacer actividades que solo se pueden vivir en determinados momentos del año. Además, toda la familia se lo pasará fenomenal si viajas con ellos, ya que podréis llevarlas a cabo juntos. A continuación, te mencionamos algunas de las más conocidas.

Ir en trineo

Es una de las actividades más divertidas para practicar en la nieve. La mayoría de las estaciones de esquí te ofrecen un servicio de alquiler de trineos y puedes reservarlos el tiempo que quieras.

También puedes optar por comprarlo si vas a la nieve con frecuencia, dado que los hay bastante económicos y con bonitos diseños. Tanto mayores como pequeños se lo pasarán genial deslizándose por la nieve o dando paseos si el trineo está tirado por perros.

Hacer un viaje en helicóptero

Los paisajes nevados poseen una belleza única y muy especial. Tener la oportunidad de verlos desde el aire es algo maravilloso. Si el lugar en el que estás no proporciona estos servicios, quizá sí disponga de funicular o teleférico para subir a la montaña. No dejes pasar la ocasión de disfrutar de la nieve desde las alturas, verás imágenes que quedarán grabadas para siempre en tu memoria.

Conducir una moto de nieve

Si te gusta la adrenalina y hacer actividades o deportes de invierno más emocionantes, una ruta en moto de nieve es ideal para ti. Las hay en las que pueden viajar hasta dos personas, por lo que puedes compartir la experiencia con alguien más.

Siente la velocidad entre paisajes y bosques nevados, la aventura será inolvidable. Eso sí, debes tener en cuenta que es no está recomendada para niños más pequeños. Aunque la conduzca un adulto, pueden asustarse si coge demasiada velocidad o sufrir algún tipo de accidente debido a su tamaño.

Hacer un muñeco de nieve

Esta alternativa es tremendamente divertida para los más pequeños de la familia. Tan solo se requiere nieve y un poco de imaginación. Puedes hacer el muñeco empleando los accesorios que tengas a mano para darle forma: gorros, bufandas, guantes, etc.

Excursión sobre raquetas de nieve

Con las raquetas de nieve, disfrutarás de los preciosos paisajes helados sin necesidad de esquiar, así que es la mejor alternativa a este deporte. En esta actividad se va bastante más tranquilo y es algo que todo el mundo puede hacer. Su mayor ventaja es que se evitan resbalones y posibles caídas que hagan daño.

Podrás reservarlas en las propias pistas e incluso hay algunas que ofrecen rutas guiadas para que no te pierdas nada gracias a los conocimientos de un monitor.

Practica el tubing

Si no conoces esta práctica, es el momento de que la descubras. Se trata de deslizarse por la nieve sobre un neumático perfectamente acondicionado. En función de la pendiente que elijas, cogerás mayor o menor velocidad.

Los más pequeños se lo pasarán en grande. Eso sí, no olvides elegir para ellos pendientes fáciles que no sean demasiado pronunciadas.

Baño en el hielo

Si eres de esas personas atrevidas, no puedes dejar pasar la oportunidad de darte un buen baño en el agua helada. No lo hagas nunca por tu cuenta, pues precisarás los consejos de un buen especialista y la equipación adecuada.

Te aseguramos que nunca sentirás nada parecido y, mientras que estás en el agua, te sentirás embriagado por los maravillosos paisajes nevados que te rodean. Es una experiencia inolvidable.

Construcción de iglús

Otra actividad perfecta para toda la familia. Necesitarás las instrucciones que te darán expertos en este tipo de trabajos. Si llevas a cabo al pie de la letra, crearás una obra muy bella y peculiar.

La sensación de construir un iglú y refugiarte luego en él es muy sorprendente. Asimismo, los niños se sentirán totalmente integrados y quedarán muy impresionados con el resultado. Al finalizar, podréis entrar en él y sentiros como auténticos esquimales.

En definitiva, pasar un fin de semana en la nieve puede ser algo más que esquiar. Además, hay otras muchas actividades con las que disfrutar de unos días inolvidables en familia o con amigos. No lo dudes más, lánzate y planifica bien el fin de semana para no aburrirte en ningún momento del día. Y no olvides el seguro para viajeros en la nieve de Europ Assistance; con él no tendrás que preocuparte por nada mientras disfrutas de tus deportes de invierno favoritos.

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