Un diagnóstico de cáncer en niños es especialmente perturbador. Al fin y al cabo, todos sabemos que se trata de una enfermedad grave con una tasa de mortalidad bastante alta, que por suerte se ha visto reducida en los últimos años gracias al incremento de la efectividad de los tratamientos. Pero ¿sabes cuáles son los tipos más frecuentes, qué causas los motivan y cuántas son las posibilidades de sufrir patologías oncológicas en la infancia? A todas estas preguntas vamos a darles respuesta aquí.

El cáncer en niños: probabilidades y tipos más frecuentes
Hoy en día, en España enferman de cáncer una media de 1100 niños cada año. Esto quiere decir que se diagnostican 155,5 patologías oncológicas por cada millón de habitantes con una edad comprendida entre los cero y los catorce años.
La tasa de supervivencia a cinco años depende, fundamentalmente, de la celeridad con la que se realiza el diagnóstico. En la actualidad, se encuentra en torno al 85 %. Cuando se lleva a cabo en fases muy tempranas, la efectividad de los tratamientos se eleva considerablemente. Aun así, se estima que cada día muere un menor de 14 años en nuestro país a causa del cáncer.
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Ahora bien, ¿qué tipos de cáncer son más habituales entre los niños menores de 14 años?
Leucemia
La leucemia, con un 30 % de los casos diagnosticados, es el tipo de cáncer más habitual entre niños de hasta 14 años. En concreto, se origina en la médula ósea, que se encarga de producir las células sanguíneas. Se caracteriza por permitir la proliferación incontrolada de glóbulos blancos inmaduros o blastos, que relegan a las plaquetas y los glóbulos rojos.
Sin embargo, no todas las leucemias son iguales. En niños pueden aparecer cualquiera de estas tres:
- Leucemia linfoblástica aguda (LLA). La más habitual. De hecho, supone en torno al 22 % de los casos totales de diagnosticados en niños. Se manifiesta, sobre todo, entre los 2 y los 8 años y afecta a los linfocitos.
- Leucemia mieloide o granulocítica agua. Es bastante menos frecuente, pero puede aparecer en cualquier momento de la infancia. El problema se origina en las células que producen los neutrófilos.
- Leucemia mieloide crónica. La menos común de todas, aunque también digna de mención. Se diagnostica al detectar una presencia muy alta en sangre de neutrófilos inmaduros.
En estos casos, el tratamiento de la enfermedad requiere un trasplante de médula ósea. Salvar la vida de un niño es una razón de peso para hacerte donante.
Tumores del sistema nervioso central (SNC)
Representan el 22 % de los casos. Ahora bien, no todos los tumores de este tipo tienen por qué ser malignos, lo que añade algo de complejidad al dato. Aunque pueden aparecer en cualquier momento de la infancia, son muy habituales en niños de 5 a 10 años. Suelen causar cefaleas, convulsiones, somnolencia y cambios en la conducta habitual.
Linfomas
Con un 12,9 % de los casos, este es el tercer tipo de cáncer infantil más habitual en España. Se desarrolla en el sistema linfático, que engloba una gran variedad de órganos (bazo, médula ósea, ganglios linfáticos, piel, amígdalas, intestino delgado, estómago…). Se clasifican en:
- Linfoma de Hodgkin. Se da sobre todo en los niños de 10 a 14 años y es el más agresivo.
- Linfoma no Hodgkin. Es el más habitual y suele presentarse antes de los 10 años.
Neuroblastoma
Aquí hablamos de un tipo de cáncer que solo se da en los niños. También es conocido como tumor del sistema nervioso secundario (SNS) y se origina en las células nerviosas simpáticas que van desde la base del cráneo hasta la pelvis. Suele aparecer en el abdomen del niño, principalmente, antes de cumplir los 5 años. En total, supone el 8 % de los casos diagnosticados.
Cuáles son las causas de padecer cáncer a edades tempranas
Identificar las causas que originan el cáncer en niños no es fácil. Esto se debe, fundamentalmente, a que no es posible achacar su aparición a sus hábitos o estilo de vida. Los factores hereditarios se consideran las razones más comunes de su aparición.
Sin embargo, hay estudios que han encontrado otras causas de cáncer infantil. Por ejemplo, se ha determinado que los niños expuestos tras su nacimiento a entornos contaminados químicamente tienen más posibilidades de desarrollar la enfermedad. Lo mismo sucede si sus padres consumen tabaco o se encuentran con fuentes de radiación ionizante. También hay algunas enfermedades infecciosas que potencian el riesgo de sufrir alguno de los tipos citados.
En cualquier caso, el tratamiento del cáncer en niños ha mejorado en gran medida a lo largo de las últimas décadas. Tanto es así que, hoy en día, la aplicación de sesiones de radioterapia, quimioterapia e inmunoterapia ha elevado la esperanza de vida por encima del 80 %. Una cifra sorprendente si tenemos en cuenta que en las décadas de 1950 y 1960 apenas llegaba al 20 %.