¿Estás preparado para ir a esquiar o hacer snowboard? ¿Qué equipo deportivo necesitas? ¿Cómo te tienes que preparar físicamente? Aquí te damos unos consejos para que tu viaje a la nieve sea sólo para disfrutar:
Equipo básico
Una buena preparación para la diversión en la nieve comienza con la elección de material deportivo adecuado y minuciosamente controlado antes de salir a esquiar, incluyendo:
- Equipos de esquí o snowboard (tabla de snowboard) adecuados para tu tamaño, nivel y estilo de esquí / snowboard, en buen estado y bien ajustado.
- Botas adaptadas fuertemente y de forma correcta a los pies.
- Ropa de abrigo (varias capas).
- Buenas gafas de sol.
- Protección solar (crema o gel).
- Bálsamo para los labios.
- Un gorro abrigado, guantes, bufanda, etc.
- Un casco adecuado, de acuerdo con la norma europea EN 1077. El uso del casco es obligatorio en las escuelas de esquí para niños en Francia, Suiza y República Checa. Es obligatorio en las pistas para los menores de 14 años en Italia, Croacia, Eslovenia y España, y para los menores de 16 años en Austria. Cada año, las intervenciones de asistencia médica en las pistas de esquí nos demuestran la utilidad del uso del casco, reduciendo en un tercio el número de lesiones en la cabeza.
¿Cómo hay que prepararse físicamente?
No basta con tener un buen equipo. La preparación física del esquiador o snowboarder es también esencial para que todo se desarrolle sin complicaciones.
Para ello hay que entrenar físicamente al menos tres semanas antes del viaje. ¿Cómo y dónde?
- Existen muchos gimnasios en los que es posible apuntarse a programas específicos de preparación para deportes de invierno. Una buena forma de comenzar es realizar gimnasia, correr, caminar o montar en bici.
- También se puede practicar el esquí indoor en pistas cubiertas: una buena manera de recuperar los reflejos y la práctica.
- Una vez en las pistas de esquí hay que ser cautelosos, seguir las reglas y no sobrestimar la fuerza.
- El mal de altura: la elevada altitud puede suponer un riesgo para algunos, ya que el “mal de montaña” se expresa en forma de fatiga, apatía, dolor de cabeza y náuseas. Los problemas potenciales de la adaptación a la altura también se deben tener en cuenta.
Una buena preparación física previa ayudará a mitigar los riesgos antes de esquiar y aumentará la diversión en las pistas. Además de estos consejos, siempre puedes contratar un seguro de viaje para esquí que te garantice asistencia médica, traslado y repatriación. ¡Y a disfrutar!
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