Un viaje sin ‘jet lag’

¿Qué es el jet lag?

Se refiere a los trastornos que afectan a los relojes biológicos de los viajeros que se trasladan en avión a través de tres o más zonas horarias. El cuerpo tiene que luchar contra los cambios bruscos de ritmo de día y de noche (ritmo circadiano) que puede causar trastornos físicos y mentales.

Los síntomas del jet lag

Varían de persona a persona. Algunos viajeros son mucho más sensibles que otros. También factores como la edad, el estado de salud de la persona y el número de zonas horarias cruzadas (desfase horario) juegan un papel importante.
Los síntomas más comunes son la migraña, fatiga, insomnio, desorientación, irritabilidad, depresión leve, estreñimiento o diarrea.
 
¿Cómo evitar el jet lag?

1 – Prepárate físicamente antes de salir: dieta equilibrada y actividad antes de la salida. Evita el estrés de última hora relacionado con la preparación del viaje (trámites, reservas, equipaje…).
2 – Ajusta tu patrón de sueño a la zona horaria del país que estés visitando. Comienza 3-4 días antes de la salida cambiando media hora al día (para un viaje hacia el este, ve a la cama media hora antes; para un viaje hacia el oeste, media hora más tarde).

Durante el vuelo:

1 –  Sincronización. Intenta adaptarte al ritmo y horario del país de destino: poner el reloj a la hora del lugar al que vas a viajar, duerme durante las horas que corresponden a la noche y come en las horas que se corresponden con las comidas en el destino.
2 – No realices esfuerzos. Evita comidas copiosas y el alcohol, bebe abundante agua y estimula la circulación haciendo algunos ejercicios de estiramiento o andando por el pasillo del avión.

A la llegada:

1 – Como tiempo promedio, por lo general el cuerpo tarda un día para adaptarse.

2 – Intenta sincronizarte con las costumbres locales: respeta los horarios de comidas y sueño.

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