Hace muchos, muchos años, conocí a un individuo que me contó, así como para epatarme, que él tenía una tarjeta de crédito que, entre otras ventajas, le ofrecía la posibilidad de mandarle un mecánico que le cambiase la rueda pinchada, para no ensuciarse las manos ni el blazer, naturalmente azul marino con botones dorados.
Hoy es muy difícil ver a alguien en el arcén cambiando una rueda, ni nos lo planteamos.
Ese mismo tipo, en la actualidad, me contaría que, además, si el mecánico tarda más de una hora en llegar, él recibe una indemnización, a modo de compensación. Esto incluso ya hay campañas en TV que nos lo anuncian.
Cómo ha cambiado el cuento. ¿Verdad?
Autor | Chus Vidal
Foto | David G… en Flickr